jueves, 3 de septiembre de 2015

Life is too short, buy the shoes!

Es la segunda vez que la llegada de septiembre no me supone un gran peso negativo, que el afán de nuevas experiencias y aventuras hacen que sienta que con este mes empieza un nuevo año, una nueva etapa, una nueva forma de ver, hacer y sentir. ¿Y para qué esperar a enero? ¡Si todas las novedades llegan ahora! Definitivamente me niego a creer que haya que esperar aún cuatro meses para empezar un nuevo año. Solo hace falta pensar en la lista de propósitos que año tras año nos hacemos a la espera de que enero nos traiga con el las fuerzas que necesitamos para cumplirlos cuando, en realidad, es ahora cuando las puertas están abiertas a los cambios, a los nuevos principios y con las energías positivas del verano aún presentes. De verdad, ahora más que nunca vale la pena detenerse a pensar en uno mismo y no esperar ni un día más para invertir tiempo y esfuerzo en los objetivos propios.

Soltado el rollo, me apetece contaros la historia de amor entre los botines (que veréis en las fotos) y yo. Y es que realmente todo empezó entorno a principios de año quizá entre enero y marzo cuando uno de los días en que me levantaba pronto para ir a la biblioteca a estudiar, estaba yo en la puerta esperando a que abrieran cuando una chica pasó por delante de mi con los botines más preciosos que había visto hasta el momento y, simplemente, me enamoré. Tonta de mi que no me atreví a preguntarle dónde los había comprado Me pasé días y días buscando por Internet los malditos botines, pero nada, no hubo manera. Evidentemente la tontería se me acabó pasando de la cabeza hasta que hace pocos meses, durante las primeras semanas de rebajas, entré por casualidad en una tienda de zapatos (Bosanova) y cuando de repente me encontré allí con mis amores perdidos, solitarios y sobre un cartelito de "REBAJAS", prometo que casi me puse a llorar de la emoción. Los cogí y sin pensarlo dos veces se vinieron conmigo a casa, ninguna duda me asaltó en ese momento (¡y luego resultó que no me iban bien, menos mal que quedaban más tallas!). Y luego pienso que ni uso tacones ni visto marrones pero, en cambio, siento una debilidad muy grande por estas bellezas así que quizá empiece a independizarme un poco de tanto negro y a dar de si la gama cromática de mi armario (y es que me los pondría cada día de mi vida, en serio). Así que aquí va la primera de las muchas combinaciones que veréis con mis bebés: básicos y neutros, ¡mi día a día!

Espero que os guste, ¡Un besazo!









Camiseta/Shirt - Forever21
Lencería/Lingerie - H&M
Pantalones/Jeans - Bershka
Botines/Boots - Bosanova
Bolso/Bag - Primark



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