He decidido titular este post desintoxicación ya que, después de meditarlo mucho, creo que
es la mejor definición para este tiempo de ausencia. Ha pasado justo un año. Todos pasamos malas
épocas, periodos de tiempo en que nos alejamos de nosotros mismos y nos dejamos
llevar por la situación, días en los que nos miramos al espejo y no reconocemos
a la persona que estamos viendo. Sí, todos tenemos días, semanas, meses e
incluso años malos. Y probablemente lo más difícil no es el tiempo en el que
vives cabizbajo sino el proceso que debes pasar para reencontrarte, para poner
orden en tu vida, para aprender de tus errores y para poder decir “estoy bien”.
A este periodo de tiempo he querido llamarlo desintoxicación porque así es como yo, a día de hoy, siento que han
sido estos meses. La desintoxicación empieza cuando llegas a ese punto en el
que sabes que ya no puedes avanzar ni retroceder, simplemente hacer un borrón y cuenta nueva. Sin más, pero de
verdad. Aún que no acaba aquí, hace falta empezar a construir poco a poco
aquello que si merece la pena conservar. Es necesario que sigas caminando pero
que en cada paso que des sepas alejar lo que te hace daño y no dejes de lado lo
que forma parte de ti. Y en este punto me hallo, rehaciendo poco a poco las
cosas que sí valen la pena: la familia, la amistad, el amor, la autoestima, la fuerza
de voluntad… todo. Hay que ser objetivos, Roma
no se construyó en un día, y uno mismo tampoco puede recuperarse de un
día para otro. Lo que está claro es que en el proceso de desintoxicación cada
paso cuenta, cada paso implica un objetivo, que por pequeño que sea, se ha
cumplido, cada paso es algo que has hecho bien y que te ayuda a estar más cerca
de ser tú y estar bien.
Y una última reflexión, quizá muy
típica, pero he descubierto lo real que puede llegar a ser: Cuando te das cuenta de lo que tienes, o de
lo que eres, es que probablemente ya no esté, que todo haya cambiado, que sea
demasiado tarde.
No iba a soltar todo esto -sí, he
abierto mi caja de sentimientos- sin ningún motivo y es que volver al blog es
mi siguiente gran paso. No tengo palabras para expresar lo que he llegado a
echar de menos este pequeño rincón en el que me expresaba con total libertad y
me sentía más yo que en ningún otro lado. Así que, sin más dilación, doy por
reinaugurado este blog. Un Pausplace 2.0
en el que voy invertir todo mi tiempo libre -que tampoco es mucho- para
actualizar, tanto en contenido como en formato, este pequeño espacio.
Y el look que os traigo no es más que una de mis tendencias favoritas del momento: vestido sobre camiseta. No sé cuanto durará está combinación dado que yo, personalmente, no la aguantaré en puro invierno. Eso sí, de momento es uno de mis básicos para ir a la universidad. ¡Espero que os guste!
Dress - Pull&Bear | T-Shirt - Pull&Bear | Jacket - Zara | Sneakers - Adidas | Bag - Bimba&Lola | Watch - Daniel Wellington